miércoles, 16 de octubre de 2013

"El veneno en España 1990 - 2005"



Éste es el título del informe sacado a la luz por WWF/Adena, en el que se ha desprendido que casi 7.500 animales, en su mayor parte aves rapaces, fueron envenenados en España entre estos años, siendo la mayor parte aves rapaces

El 38 por ciento de los animales fallecidos eran rapaces (2.761 ejemplares), el 27 por ciento mamíferos domésticos (un 80 por ciento perros y el resto córvidos), el 21 por ciento otro tipo de aves y el ocho por ciento carnívoros terrestres.

El uso de los cebos envenenados para eliminar predadores ha sido utilizado en España desde el siglo pasado. De hecho, su utilización fue aprobada con la Ley de Caza de 1879 y fue legal hasta el año 1983.


 Aguila imperial encontrada envenenada en la provincia de Avila, provincia en la que se han encontrado muchos cotos de caza con especies envenenadas.


Con éste método, los cazadores eliminaban a las especies que eran competencia en la caza (los que se alimentaban de conejos, liebres y perdices) y los ganaderos se libraban del lobo con el mismo método.

La estricnina, el veneno más potente y acumulativo y el más utilizado para envenenar cebos, fue prohibida poco antes de 1983, precisamente por su elevado potencial y los daños que causaba en la fauna silvestre.
Poco después de su prohibición, especies que se encontraban al borde de la extinción y que casi habían sido diezmados tras décadas de envenenamientos masivos con estricnina, comenzaron a recuperarse.

Sin embargo, desde los años noventa, se producen más y más casos de envenenamiento -sobre todo gracias a los pesticidas agrícolas- que vuelven a ser un problema para la fauna ibérica y para algunas especies tan amenazadas como el águila imperial, el buitre negro, el quebrantahuesos, el oso pardo o la cigüeña negra.
Según datos de WWF/Adena, para el águila imperial ibérica, en muy grave peligro de extinción, el veneno fue la primera causa de mortalidad entre 1995 y el 2000.

La situación es también preocupante en el caso del buitre leonado, que no es una especie amenazada pero cuya población mundial reside en un 90 por ciento en nuestro país.
Además, otras rapaces como el milano real o el alimoche han sufrido reducciones drásticas de su población en los últimos años por el uso ilegal de cebos envenenados.
Así consta en el informe "El veneno en España. 1990-2005, un trabajo elaborado por WWF/Adena con los datos facilitados por el SEPRONA y las administraciones autonómicas.
Según este informe, entre las 2.761 aves rapaces envenenadas entre 1990 y 2005 se encontraron 841 buitres leonados, 538 milanos negros, 363 milanos reales, 354 buitres negros, 128 busardos ratoneros y 144 alimoches.
También se encontraron 79 águilas imperiales ibéricas (quedan 216 parejas en todo el mundo), 86 águilas reales, 32 búhos reales, 15 lechuzas, 16 quebrantahuesos (quedan 120 parejas) y ocho ejemplares de oso pardo (entre 1998 y 2005).


 Increible, pero cierto que todavía haya personas con esta mentalidad.